Devocional Semanal

¿Qué es Realmente la Navidad?

El sacrificio de Jesús es el verdadero regalo.

on 20/12/2016

“[Jesús], quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!”

Filipenses 2:6-8

Antes de que Jesús viniera a la Tierra, Él vivía en el Cielo. En el Cielo no existe el pecado y los ángeles adoraban a Jesús todo el día. Debido a que Jesús nos ama, Él voluntariamente dejó el Cielo y puso a un lado Su poder para venir al mundo como un bebé humano, pequeño e indefenso. Ahí es donde comienza la vida de sacrificio.

Una Vida sin Comodidades

Para Jesús, hubiera sido muy fácil haber nacido dentro de una familia rica y acomodada. Sin embargo, su padre fue un carpintero y su madre, una joven que quedó encinta por obra del Espíritu Santo de Dios. Jesús nació en un establo y sus primeras noches las pasó en un pesebre. Dejó el confort del Cielo por un lugar entre los animales. Él vivió una vida sin comodidades por amor a usted.

Una Vida Luchando contra el Pecado

Después que Jesús nació, el Rey Herodes deseaba matarle. José y María tuvieron que huir a Egipto para proteger a Jesús. Cuando eventualmente regresaron a su país, llegaron a vivir en un pueblo lejano y en un lugar muy malo. Uno de los futuros apóstoles de Jesús preguntó: “¿Acaso de allí puede salir algo bueno?” (Juan 1:46) Jesús no vino de un buen lugar con un buen nombre, pero por usted, Él voluntariamente vino a luchar contra el pecado.

Una Vida de Rechazo

Más tarde en su vida, Jesús inició su ministerio público. Los miembros de su familia dudaban y ciertamente, la gente de su propia ciudad no creían que Él era especial. (Mateo 13: 54-58) Él no siempre fue aceptado. Pero muchos decidieron seguir a Jesús y creer en Él, especialmente cuando los alimentó y sanó sus enfermedades.

En una ocasión, organizaron un festejo para Jesús cuando estaba entrando a Jerusalén. Pero días más tarde, la gente estaba tratando de conseguir que lo mataran. Él tenía el poder para vencer a sus enemigos y escapar de ellos, pero ni siquiera se defendió cuando lo acusaron. Por nosotros, Jesús se sometió a la tortura más cruel que lo llevaría a su ejecución.

Una Nueva Vida para Nosotros

El sacrificio de Jesús quitó nuestra culpa y vergüenza para que pudiéramos ser perdonados. Nosotros tenemos la oportunidad de ser puros ante los ojos de Dios. Su sacrificio nos dio una nueva vida.

En esta Navidad, cuando usted mire las imágenes en los nacimientos navideños, piense acerca del sacrificio que Jesús hizo cuando vino a la Tierra y acepte su regalo gratuito de salvación. Y luego, así como los pastores y los magos, humíllese, adórele, y agradézcale de todo corazón por su regalo incomparable.


Ore esta semana:

Agradeciéndole a Jesús por haber venido a la Tierra para morir por usted

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